viernes, 15 de mayo de 2009

Tu Recuerdo

Impávido sobre el césped mi cuerpo yace,
Y el silencio desvarío viaja sin rumbo ni historia,
Pues la fuerza del río lo aleja, espanta -cual escoria-,
Dejando a tu recuerdo dueño de mi mente, inmutable en mi memoria.

Las aves, el río, el rumor distante de tu voz en el viento
Rozan mis oídos, invaden mis sentidos, van quitándome el aliento.
Y tu imagen -tu sonrisa-, que hiende el decurso de la monotonía,
Brota cándida, pura, llevando mágicamente el mar sinfónico a la armonía.