viernes, 19 de diciembre de 2008

Del Amor...

Desde lo profundo, el núcleo del corazón,
Existe un sentir que brota y me llena,
Que irradia a raudales, de gozo me rodea,
Lo excelso y mágico de nuestro amor.

Tú, mi mundo, mi ruego, mi música, mi sol,
En el absoluto te siento, para mí, amor seas,
La luna que ahí está, asidua, aunque no la vea,
El cielo del cual siempre admiro su esplendor.

Así como el aire que de respirar no dejo,
Tu recuerdo es la clave, lo trascendente,
Animoso y motivador, que me envuelve,
Para que enfrentar la vida pueda yo, mi sueño.

Y cuando alejarnos los dos tengamos que,
Con pasión te morderé la piel, eso haré,
Para así colmarme de tu esencia, con tu aroma lléname.
Te guardaré en mi memoria, mi anhelo sé.

Cuando estés a mi lado, mi amor, bésame,
Y que esta ilusión que me consume, sea;
Mis fantasías y más puros sueños condensa,
Que de un sentir florezca todo, ámame.

Agregando amor, deseos, felicidad...

Sólo 3 entradas, lo sé. Pero aún así, al darme cuenta del ambiente tan triste y trájico del blog, quiero cambiar o añadir algo que quite esta atmosfera que no va conmigo.

El comienzo de mis escritos fue Escribir Para Desahogarme ya que no es complicado escribir las penas, lo difícil es compartir la felicidad con un papel o la computadora: ¡Qué egoístas que somos...!

Al caer en la cuenta de que de esta manera solamente escribía cosas tristes, cosas que pueden trasmitir todo menos alegría, quise demostrarme a mi mismo que no solo era capaz escribir mis penas, sino también risas y amores.

Es por eso ahora no sólo posteare textos tristes, también veran poemas, escritos de amor, con ilusión, alegría y muchos otros sentimientos que más que hundir, te levantan.

Espero que esto ayude a crear un ambiente equilibrado y no unicamente de aflicciones y dolor.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Olvido

El sino consigue que baje otra vez,
Pise tierra y me fije en lo que es,
Vea lo nuestro, no, nada tenía,
Un juego inmaduro, lamentos… caía.

Tú vuelves la cara, te veo: “¿Quién es?”
Mi alma lo sabe, mi aliento tal vez,
Mi cuerpo lo siente, mi corazón sufría,
Mi testa lo quiere: “De ti no sabía.”

La memoria, un océano; tu espectro, un pez.
Del bosque imponente, tú sólo una nuez.
Pero sacarte no puedo, ¡oh, cuánto daría!

Olvidarte, imposible; esconderte, soez.
Levanto la faz. ¿Impetuoso?, eso ves,
Pues sólo enfrentarte valiente debía.

Carta A Nadie

Lo que escribo ahora no es para nadie. Aunque tal vez sea para ti, sí, seguro lo es.

Me siento tan mal, tan extraño, tan perdido… Y dolió, luego de que haber seguido tu juego, cuando quise abrirme a ti y me deje enamorar de nuevo; pues ya me cansé, ¡se acabó!…

¿Eso es todo? ¿En realidad ha terminado? No, cuánto daría porque finalmente lo sea. Que termine el dolor, las peleas, el desamor, la impotencia, la intranquilidad, la desesperación, ¡y todo lo demás! ¡Cuánto bien me haría el nunca haberte conocido! ¡Qué feliz sería si, aunque sea, pudiera olvidarme de ti! Pero maldita sea la hora en la que nos encontramos, y maldito sea el día en el que me ilusioné. Porque sólo eso es tu amor, una vana y fantástica ilusión, que existe únicamente en mis sueños y en los tuyos, y que en la realidad es todo un fracaso, un demonio disfrazado de ángel y que pudo engañarnos a los dos.

La pena me envuelve y tú ahí, haciéndome flaquear, logrando que caiga de nuevo en tu trampa, ¡cuándo aprenderé! Es demasiado estúpido que sepa todo esto y que no me haga caso, que siga volviendo a tus brazos. Es muy tonto caer y caer siempre en lo mismo, pero así soy yo, no, así me haces ser tú. Sí, tú que consigues sacar dos palabras de mi que ya nunca pensé decirte más: Te amo; que aunque no lo sienta, logres meterme en la cabeza que sí, y bueno, ¿qué es una mentira más?

Yo sé que todo esto es pura falsedad y continúo, tú me haces seguir, y en fin… Te amo...