jueves, 18 de diciembre de 2008

Olvido

El sino consigue que baje otra vez,
Pise tierra y me fije en lo que es,
Vea lo nuestro, no, nada tenía,
Un juego inmaduro, lamentos… caía.

Tú vuelves la cara, te veo: “¿Quién es?”
Mi alma lo sabe, mi aliento tal vez,
Mi cuerpo lo siente, mi corazón sufría,
Mi testa lo quiere: “De ti no sabía.”

La memoria, un océano; tu espectro, un pez.
Del bosque imponente, tú sólo una nuez.
Pero sacarte no puedo, ¡oh, cuánto daría!

Olvidarte, imposible; esconderte, soez.
Levanto la faz. ¿Impetuoso?, eso ves,
Pues sólo enfrentarte valiente debía.

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